The
Devil Wears Prada es una película de comedia dramática dirigida por David
Frankel, basada en la novela homónima de la periodista Lauren Weisberger, quien
a su vez se inspiró en vivencias propias. La «mala» del relato sería su exjefa,
Anna Wintour, para quien había trabajado en la revista Vogue. Tanto el libro
como la película son una sátira del mundo de la moda, por lo que siguen la
línea de la película Prêt-à-porter dirigida por Robert Altman.
La
película está ambientada en el mundo de la moda, la mayoría de diseñadores y
otros notables de la moda evitaron aparecer como ellos mismos por temor a
disgustar a la editora de Vogue, Anna Wintour, quien es ampliamente considerada
como la inspiración para el personaje principal, Miranda Presley. Muchos
diseñadores permitieron utilizar su ropa y accesorios para la película,
convirtiéndola en la película con vestuario más caro en la historia. Más tarde,
Wintour superó su inicial escepticismo, diciendo que le gustó la película y el
papel de Streep en particular.
Andrea
"Andy" Sachs es una aspirante a periodista recién graduada de la
Universidad de Northwestern. Obtiene un trabajo «por el cual un millón de
chicas matarían»: el de asistente personal junior de la fría editora en jefe
Miranda Priestly, quien controla el mundo de la moda desde su revista Runway.
Miranda es una mujer que proyecta una imagen de gerente incondescendiente, y
con una característica especial, hace-bien-su-trabajo y ella espera que sus
asistentes no solo la complazcan con sus múltiples caprichos sino que lleguen a
adelantarse a los hechos siendo hiper-proactivas para poder calificarlas como
eficientes.
Andy
acepta las humillantes y excéntricas peticiones de su jefa porque se dice que
si dura un año en aquel puesto, podrá obtener el trabajo que quiera como
periodista en cualquier parte, ya que Runway es un poderoso referente.
Al
principio, Andy no encaja bien en el ambiente de la moda, rodeado de chismes y
superficialidades. Su falta de estilo, sus nulos conocimientos de moda (y de la
misma revista) y su ligera torpeza al trabajar, la hacen el blanco de burlas en
la oficina.
Su
colega, la primera asistente de Miranda, Emily Charlton, inicialmente es
agresiva pero termina siendo condescendiente con Andy. Gradualmente, y con la
ayuda del director de arte, Nigel, quien la viste a la moda, Andrea se ajusta a
su empleo, el que le trae muchos beneficios: ropa de diseñadores importantes y
accesorios gratis. Andrea comienza a vestir con más estilo y a hacer su trabajo
competentemente. Satisface entre otras cosas, la aparentemente imposible
petición de Miranda de conseguir para sus hijas dos copias del manuscrito del
todavía no publicado nuevo libro de Harry Potter.
Tráiler
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